Te reciben en un hall donde puedes tocar el piano, jugar al pinball o echar un billar mientras esperas a que salga el googler (así se hacen llamar los trabajadores de Google). Si no vas a visitar a uno de ellos, no puedes acceder al campus donde se encuentran las oficinas centrales de Google, en el 1600 Amphitheatre Parkway Mountain View (San Francisco). 40 edificios donde trabajan casi 10.000 personas. Nuestro googler ha sido Rodolfo Araúz, uno de los abogados de la empresa. A mi izquierda en la foto:
Trabajar en Google es una pasada. Se respira un buen rollo que cuesta creer que están trabajando. El ambiente que la empresa ha preparado para ellos hace que ir a la oficina sea algo excitante: piscina, jardines, cinco gimnasios, biblioteca, 17 restaurantes (uno de ellos vegetariano), servicio de lavandería y peluquería, una guardería para niños y otra para mascotas. Y todo gratis. En todos los edificios, hay una cocina por piso donde además de café siempre hay comida (helados, chocolatinas o frutas) disponible, donde se invita a la distensión con billares y futbolines. “Jugar es otro modo de crear equipos”, dice Roberto. Por eso, también tienen toboganes:
La mayoría de googlers no tiene vehículo propio. No lo necesitan. Disponen de chófer y coches eléctricos de la empresa que pueden utilizar cuando quieran. Dentro del campus se mueven en bicicletas como esta:
Aquí todos visten de manera informal. Google piensa, como dice Roberto, que “no es necesario vestir traje y corbata para ser serio”. Incluso los jefes van en vaqueros y camiseta. Y no reciben ningún trato especial por parte del resto de trabajadores. “Si trabajas para Google, da igual cual sea tu puesto, puedes ir al jefe y decirle las cosas tal y como las piensas, con respeto, pero sin paños calientes. La igualdad entre trabajadores es uno de los pilares de esta empresa”, dice Araúz. No hay despachos, trabajan en un ambiente totalmente abierto. En todos los pasillos y rincones hay pizarras donde apuntar ideas. “La creatividad está muy valorada, y no se puede dejar pasar una buena idea por no tener un lugar donde apuntarla”.
En Google, el trabajador se fija su propio horario. Además, el 20% del tiempo que pasa en la oficina, lo dedica a desarrollar sus propias ideas. Una iniciativa con éxito más que probado: un trabajador concibió y desarrolló Gmail (el correo electrónico de Google) durante ese 20%. Está claro que en esta empresa saben cómo motivar al trabajador: comparten con él sus propios beneficios y todos los años le suben el sueldo. Pero como el dinero no lo es todo, van más allá: ¿cansado, estresado? En este ambiente, parece difícil llegar a sentirse así pero, si te llega a pasar, la solución para relajarte la tienes en la propia oficina: una sala de masajes.
¿Entonces, les dejo una copia de tu curriculum?